domingo, 19 de agosto de 2007

¿Va una persona buena al infierno?


Con respecto a la persona atea que vive correctamente, no hace mal a nadie, ayuda al necesitado y todo lo demás: Todo eso está muy bien. De hecho Dios nos pide que hagamos buenas obras ya que si decimos que tenemos fe en Él, pero no complementamos esa fe con buenas obras, somos hipócritas.
El problema, sin embargo, no yace ahí. En realidad todos hemos pecado contra ese Dios que sí existe. Ese fue el Dios quien marcó indeleblemente esos sentimientos de amor y compasión, ese sentido de responsabilidad con que el ateo, al igual que el creyente cuida de su familia. Ese es el Dios que debió haber sido la Causa (recuerde la ley de la Termodinámica: No existe efecto sin causa) para que hoy nuestro comportamiento (bueno) sea el efecto.


Note que hasta el ateo reconoce la validez de los valores morales. Estos valores deben tener una fuente, esa fuente mi estimado hermano es Dios, el Gran Creador. Él es un Dios con valores morales.
Ese creador nunca quiso que usted y yo nos separáramos del Él. Sin embargo hoy lo estamos. El hecho de que alguien se niegue a ver en la naturaleza su clara manifestación es más que evidencia de que el hombre se resiste a obedecer a su Dios. Cuando le desobedecimos nos merecimos la separación eterna de Él, que es eterno y nos hizo eternos. Para reparar tal separación y a la vez mitigar su justicia inherente, Él proporcionó un chivo expiatorio para que sufriera el castigo que de otra forma nos tocaría a nosotros sufrir. El castigo es la muerte (separación eterna del Él) y el chivo expiatorio por nuestro pecado fue Cristo.


Una vez ese plan fue ejecutado la única forma de restaurar su relación con Dios es a través de la confesión de la aceptación de dicha expiación. Si usted no acepta a Cristo (ahora única vía hacia Dios) usted está ineludiblemente perdido.
No importa cuán bueno usted sea. No importa cuán compasivo usted sea. No importa cuán tierno sea su corazón. ¡ESO ES BUENO! ¡Pero lo seguro es que no es suficiente para restablecer su estatus ante un Dios Santo!
¡acepte a cristo como su salvador! y verá que entenderá este lío teológico!
"Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a su único hijo (Jesús), para que todo aquel que crea en Jesús y en su sacrificio como paga del pecado del hombre, no se pierda sino que tenga vida eterna" -- Dios
¿Por qué un Dios bueno permite el sufrimiento y las enfermedades como el Sida o el Cáncer?



Con respecto a la razón por la que "el hombre o Dios" dejan sufrir a tanta gente… Debo decirle que Dios creó al hombre con libertad para escoger entre lo bueno y lo malo. Desde el primer hombre y la primer mujer, ambos escogieron el mal. Es a ese mal que la Biblia llama "pecado". Nadie se infecta del SIDA accidentalmente. O usted tiene relaciones promiscuas con alguien que está infectado (un pecado), o usted tiene relaciones homosexuales con alguien que está infectado (pecado), o alguien le infecta adrede (con lo cual esa persona peca), o alguien le infecta accidentalmente (pero esa persona adquirió el SIDA por pecar), o un niño nace infectado de sus padres (pero sus padres o quienes los infectaron a ellos pecaron). Note la ocurrencia continua del pecado. Lo mismo ocurre con las enfermedades. La paga del pecado es la muerte.



Cuando usted peca usted muere espiritualmente y queda separado de Dios (quien es Santo). Note que esta muerte o separación ocurren en el mundo espiritual. Pero junto a la muerte espiritual también el hombre se ganó la muerte física (aunque no de forma inmediata), sino de manera paulatina, a través de la descomposición de sus órganos. Es a eso lo que llamamos enfermedades y envejecimiento.



Cuando Dios creó al hombre le advirtió que no le desobedeciera. El hombre lo hizo y se ganó un premio al hacerlo: la muerte y las enfermedades. Pues cuando un niño sufre de hambre o cuando una persona muere de cáncer, no es Dios quien lo causa, es el pecado que el hombre se ganó cuando desobedeció y CONTINÚA desobedeciendo a Dios de manera recurrente.

La única esperanza de salvar la relación entre el hombre y Dios otra vez era Dios haciéndose hombre, y vivir una vida TOTALMENTE libre de pecado. Pues Él vivió la vida libre de pecado que Adán se suponía que viviera y al hacerlo nos brindó la oportunidad de una vez más comenzar una vida en relación cercana con Él. Ese hombre/Dios del que hablo se llama Jesucristo. Solamente a través de Él usted puede volver a ganar su lugar de santidad ante Dios. Si no lo ha hecho,!no esperes ni un segundo mas!


"Así también está escrito: el primer hombre Adán llegó a ser un alma viviente; y el postrer Adán (Cristo), Espíritu vivificante. Pero lo espiritual no es primero, sino lo natural; luego lo espiritual. El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo Adan es celestial." 1 Corintios 15:45-47
"Porque Así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados." 1 Corintios 15:45-22